En el capullo todo oscuridad y calma. Una calma llena de entusiasmo, sin embargo.
La crisálida esperó pacientemente el momento de su nacimiento.
La densidad es la misma; hay que esperar el momento de su crecimiento. Esto tiene que ver con viajes. Te espero. Sueño profundo en conocer todavía los colores. Cambio de estado. Esto tenía que ser así.
¿Los insectos tienen corazón?
No, pero si los tuvieran, éste, tendría taquicardia.
¿Los insectos se emocionan?
No, pero éste estaba emocionado. No podía dejar de pensar (¿los insectos piensan?) en su momento de libertad (¿qué es para ellos la libertad?) en el instante del rompimiento del delicado capullo azulado. Turín, turín. Never. Never. Fly, fly. Turín, turín.
Ya va a salir.
Y entonces la luz y el aire van a renovar estas cavilaciones e hipótesis y conjeturas apresuradas sobre resultados y posibles destinos. Un carraspeo, un silencio después, una pequeña vibración perceptible. Una ventana se va a abrir. Una puerta. Dejar el árbol. Arrancar. Unos pasos. Despegar del árbol. El peso va a hacer que todo se tumbe hacia abajo. Entonces va a salir, con esfuerzo, pero va a salir.
La crisálida ansiosa, la crisálida metamorfosis.
El tiempo que todo lo modifica, necesario. Time. Time. Se trata de viajes. Tiene que ver con valijas, con cambiar de aire.
La crisálida que espera. Paciencia. Time. Uno, dos, tres pasos. Y entonces perfume de flores y de savias verdosas, y el verde y el amarillo. Formas confusas. Entonces ojos. Entonces luz. Entonces alas. A volar por fin. Tiempo
(Tiempo) (largo)
La mariposa se entera que va a morir por la noche. Se deprime. Sus pequeños ojuelos despiden lágrimas (esta mariposa es capaz de llorar) pues va a morir pronto, y tiene conciencia del tiempo.
Entonces vuelve al árbol, y suspende paseos y se le van las ganas de hacer cosas (esta mariposa tenía ganas) y teme por la muerte, por la oscuridad.
No otra vez la oscuridad ¡no otra vez!
La crisálida esperó pacientemente el momento de su nacimiento.
La densidad es la misma; hay que esperar el momento de su crecimiento. Esto tiene que ver con viajes. Te espero. Sueño profundo en conocer todavía los colores. Cambio de estado. Esto tenía que ser así.
¿Los insectos tienen corazón?
No, pero si los tuvieran, éste, tendría taquicardia.
¿Los insectos se emocionan?
No, pero éste estaba emocionado. No podía dejar de pensar (¿los insectos piensan?) en su momento de libertad (¿qué es para ellos la libertad?) en el instante del rompimiento del delicado capullo azulado. Turín, turín. Never. Never. Fly, fly. Turín, turín.
Ya va a salir.
Y entonces la luz y el aire van a renovar estas cavilaciones e hipótesis y conjeturas apresuradas sobre resultados y posibles destinos. Un carraspeo, un silencio después, una pequeña vibración perceptible. Una ventana se va a abrir. Una puerta. Dejar el árbol. Arrancar. Unos pasos. Despegar del árbol. El peso va a hacer que todo se tumbe hacia abajo. Entonces va a salir, con esfuerzo, pero va a salir.
La crisálida ansiosa, la crisálida metamorfosis.
El tiempo que todo lo modifica, necesario. Time. Time. Se trata de viajes. Tiene que ver con valijas, con cambiar de aire.
La crisálida que espera. Paciencia. Time. Uno, dos, tres pasos. Y entonces perfume de flores y de savias verdosas, y el verde y el amarillo. Formas confusas. Entonces ojos. Entonces luz. Entonces alas. A volar por fin. Tiempo
(Tiempo) (largo)
La mariposa se entera que va a morir por la noche. Se deprime. Sus pequeños ojuelos despiden lágrimas (esta mariposa es capaz de llorar) pues va a morir pronto, y tiene conciencia del tiempo.
Entonces vuelve al árbol, y suspende paseos y se le van las ganas de hacer cosas (esta mariposa tenía ganas) y teme por la muerte, por la oscuridad.
No otra vez la oscuridad ¡no otra vez!
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