domingo, 24 de febrero de 2008

Conferencia nº 10

Ha ocurrido un imprevisto, o sea: algo que no se preveía, que no se esperaba que podía pasar. ¿Saben lo que quiere decir prever? No tiene nada que ver con proveer, eso es harina de otro costal ¿de acuerdo?
Está bien. Acabemos con los misterios. Alguien –no voy a revelar la identidad, pues soy respetuoso- se acercó a mí, con sentido de la oportunidad, justísimamente en el momento del refrigerio. Fumaba yo un cigarrillo rubio, mirando la luna con un destello de nostalgia, pues estaba recordando el canario amarillo de mi abuelo. Le gustaba cantar cuando había estrellas, eso siempre me llamó la atención...tal vez porque la jaulita estaba en la ventana trasera de la casa: desde allí puede observarse claramente la osa mayor. A mí también me gusta esa constelación ¿pero qué produciría en el pájaro? (alterado) ¿Qué?...
Lo cierto es que esta persona tenía la necesidad de expresarme su malestar, al parecer, ocasionado por culpa de mi persona, de MI conferencia, ¡bah!. Me miró y me dijo: “no le entiendo ni jota” ¿Cómo? Respondí, casi regresando del túnel del tiempo. “Que no le entiendo, habla raro”, me dijo. “¿Podría explicar mejor” Mejor... no se me entiende. Uno se esfuerza, pero... no me interpretan. Está bien. Voy a cambiar mis modos. Voy a hablar para ustedes. Y aclaro: en ningún momento quise subestimarlos, tan sólo ansiaba un agradable diálogo. No se hagan ningún problema vamos a volver atrás, pero entiendan: volver atrás significa retroceder. O sea: no se podrá avanzar mucho más.
Me adapto.
Es curioso. La tía de mi esposa perdió el sentido. Únicamente dice: “las clavelinas necesitan del sol”, y sólo eso repite. Todos le entendemos. Utiliza esa notable frase para todo, y le entendemos. Nadie podrá negar que es paupérrimo su universo vocabular, y sin embargo se comunica. Se los dejo como para que lo piensen.
Quisiera hacerme entender. Vine acá con una misión. ¿Han visto cómo está de moda esta palabra? No hay que ser demasiado sagaz como para darse cuenta. ¿Saben lo que quiere decir “sagaz”? Busquemos sinónimos a ver si por sumatoria de analogías lo pueden sacar: (piensa) perspicaz (quizás esta también pueda ser muy difícil para ustedes) ... eh... por acá debo tener un diccionario (revuelve en su valija; lo saca. Lee) Refinado, avispado, sutil, lince, clarividente, inteligente, lúcido, agudo, astuto... en fin. Espero les quede claro. Si lo desean, podemos hacer lo que suele llamarse lluvia de ideas: yo anoto en mi pizarrita el concepto en cuestión, y ustedes van diciendo palabritas que se les vengan a la mente y que tengan, por supuesto, estrecha relación con el tema. (Estrecho quiere decir: corta distancia; también pequeño, tiene otros usos. No viene a cuento. “No viene a cuento” es una expresión de la cual no hay que abusar, pero que es muy bonita como para reemplazar por “no viene al caso”. Con “caso” no nos estamos refiriendo a la situación específica que puede manejar un médico o abogado; cobra diferentes significados estratégicamente según se utilice en qué ocasiones. Ustedes sabrán cómo es el mundo de la semiosis (y espero que sepan de qué hablo, porque aquí no me voy a detener) Con fibrón rojo es mejor; digo... que anoten con rojo (indeleble, con un porcentaje considerable de alcohol como para que no se manche la superficie a rayar si es de “fibroplastic”). Está científicamente probado (y esto se ve hasta en los cursos de publicidad) que el rojo –derivado del magenta- tiene una influencia en la memoria de hasta un 3, 5 puntos más que cualquier otro color. Esto es física pura: (lo dice rápidamente, desinteresado) incidencia de la luz más retención de vibraciones intensas, es igual a un impacto plus que produce una reminiscencia química de 6,6 % de fervorosidad lumínica.
Continuamos. Creo que no concluí con la idea de la misión: en la televisión, todo parece regirse por misiones ahora. Fíjense en programas de entretenimiento y en las propagandas. Está muy trillado. No es así como yo lo quiero usar, pero es interesante siempre tomar elementos de su cotidianidad y resignificarlos (o sea: volver a darles sentido. “Re” significa -y no “resignifica”- les estoy explicando lo que significa “re”. Es verdad que es la segunda nota de la escala musical (canta: do, re; prueba tonos. Do, re... Do… re.) La tercera es mi. “Mi” – no del pronombre posesivo: mi gato, mi auto, que indica que eso es mío- por eso pronombre posesivo: “Yo lo poseo”. “Yo”, primera persona. No me estoy refiriendo al yo en el sentido psicoanalítico. Entonces, les decía que “re”, pausa, significa: “volver a pasar”. Por eso cuando les digo que resignifiquen, les estoy pidiendo que vuelvan a dar sentido.
Ahora, eso sí: no confundamos, no metamos a todos los felinos en una misma bolsa. Existen otras palabras que comienzan con “re” en las que no es necesario hacer esa operación, porque la etimología así no lo requiere. Ejemplos: retazo, se refiere a un pedazo de algo (es muy utilizado en la jerga de los costureros y diseñadores). No se quiere decir con retazo, que es volver a pasar por el tazo, o que son dos tazos, o como gustan llamar los jovencitos ahora: es un “re- tazo”, o sea que es un tazo de tamaño extremado, o que es algo que está “copado” (que tampoco quiere decir que está entrado en copas, o que en su conformación se asemeja, al cuerpo de los árboles). Me parece que el ejemplo es más que elocuente. Se darán cuenta como es mucho más difícil avanzar en mi conferencia, por tener que detenerme a resolver las falencias que heredaron de este sistema educativo, pero... bueno. Me gustaría poder complacer a mi público, pero es una tarea costosa. No se puede estar bien con dios y con el diablo. A veces hay que saber elegir; pararse de un lado determinado de la vereda, o senda. En el medio no se puede estar.
¿Cómo les explico? ¿cómo hacer didáctica con una audiencia tan exigente, y tan poco exigente a la vez? ¿cómo hacer? ¿qué palabras encontrar? ¡Si hasta había pensado en lo de los moldecitos, para que se pudieran dar cuenta de lo que les quería decir! Traje cosas, preparé afiches, juegos ¡al diablo con todo! ¿Cómo hacerles entender lo de la mucosidad pluriceluloide? Es que son estas cosas de las que me quejo: ¿tengo que dar yo clases de anatomía? No me corresponde. Por eso digo que no se nos puede pedir a los científicos que vengamos a contarles de nuestras investigaciones ¡cuando no saben ubicarme donde está la hipófisis, dónde está el tallo! Y no piensen que hablo del tallo de las plantas, porque no va a quedarme más remedio que levantarme e irme. Se pretende demasiado. Es poco serio. Discúlpenme, no había encontrado nada más práctico que las estructuras modelares. Quisiera pensar en otra cosa, pero ya hemos perdido demasiado el tiempo. Me han dejado “in albis”.
Es momento de partir.


(Este texto pertenece a la obra "Tri Ciclo de Conferencias", estrenada en Agosto de 2002, en el Pasaje Dardo Rocha. Ganadora del Concurso de Teatro Municipal de La Plata 2006. Mención especial a la originalidad de la obra, en el Concurso de Teatro Municipal, Marzo de 2003)

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