viernes, 8 de febrero de 2008

Conferencia nº 2


¿Pestes y ombligos, se ha dicho? ¡Qué recuerdos! ¡La peste de ombligos! Ombligos apestados por causa injusta, que ni el Tribunal 1º de la Provincia de Corrientes pudo resolver en el foro 31, del día martes 22 de julio del pasado año.
El pasado año, miles de insectos, bichos bolitas y otras exquisiteces naturales, sobrevolaron las zonas aledañas a dicha provincia, causando daños de innumerable valor material y afectivo.
La luna se había ocultado profunda tras los matorrales venenosos de Altancar, antes de que la embarcación “La Fragata”, pudiera acercarse hasta la orilla del lago Titicaca. Las temperaturas alcanzaban los 10º, y el viento corría de acá para allá, como un loco desquiciado girando sobre sí mismo ¡Ay madrecita Santa! Habría que haberlo visto. Astros impredecibles. Ya lo dijo el Conde Lucanor.
La tibia espera en el Hospital Mónaco, del pueblo de Reyides, fue bastante ascua. Caminaban los habitantes como leones enjaulados aguardando alguna señal benévola, o simplemente el parte del médico con buenas nuevas sobre la increíble infección biólogo-luminosa.
Quizás haya sido ése uno de los días que el pueblo de Reyides quisiera olvidar. Los perros sarnosos, y toda la coquetería barata de las señoras bien del barrio “Los príncipes” se vio en contracciones embarazosas de madre a punto de parir un bebé o un tucán, al encontrarse las piscinas del Club Serrano con una especie de excremento líquido que vino a instalarse en las aguas, luego del tremendo temporal que desató su furia sobre los lugares más vulnerables. Algunos rezaron largas horas a la buena estrella, y otros no hicieron más que llorar frente a los geranios que yacían en las macetas enlozadas de la calle Brasil. Mientras tanto en el Hospital, los infectados pegaban gritos con registros agudísimos formando corales atonales que se podían escuchar a varios metros del lugar. Parientes y amigos que aguardaban por su salud, tuvieron que correr para no ser alcanzados por el insoportable sonido, que se amplificaba vastamente por los pasillos blanquecinos de la sala del hospital. Algunos, los que no pudieron correr tan fuerte, perdieron sus oídos, y cuentan los testigos que vieron caer orejas y era una de sangre y agua, que se había enchastrado todo el piso. Las enfermeras patinaron, y hubo una que pereció al resbalar su mocasín en el charco rojo y de lágrimas.
Nadie barrió. Pocos se quedaron a dar una mano.
El pueblo ese día vivió una verdadera tragedia sin igual, y se pudo ver desatado en todo aquél desastre la ira de la naturaleza que entorpecía las cosas, y que como cuando caen las fichas de un dominó, dominó demasiado las fichas e hizo que todo fuera más y más difícil.
Se acercan unas lágrimas a la puerta de mi ojo, al recordar todo el caos y el rostro de Leónidas Dickens que lloró inconsolablemente frente a la muñeca sin cabeza de su hija, a quien no se la volvió a ver nunca más desde aquella infamia.
Tiempo después Defensa Civil hizo los cálculos del daño. Y aún hoy el Servicio Meteorológico no pudo descubrir las razones que causaron aquella infección bio-aérea. Se supo que los enfermos del estómago, perdieron para siempre sus ombligos, quedando como cicatriz un hueco verduzco de unos cinco centímetros de profundidad y unos 20 de perímetro.
Hay todavía algunos parientes desaparecidos; Club Serrano tuvo que cerrar sus puertas, y algunos animales domésticos se suicidaron en el “arroyo de las maras”.
Reyides tiene hoy en su memoria colectiva las imágenes más tristes de ese pasado irremediable. Mis condolencias en este escrito son mi homenaje. Act est fabula.
Que la paz esté con el pueblo. Que el gran astro ilumine sobre la herida abierta.
(Perteneciente a la obra "Tri Ciclo de Conferencias" estrenada en Agosto de 2002, en el Pasaje Dardo Rocha. Ganadora del Concurso de Teatro Municipal de La Plata 2006. Mención especial a la originalidad de la obra, en el Concurso de Teatro Municipal, Marzo de 2003)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por mas de que lo haya escuchado mil veces, me muero de risa, me parece muy divertido e ingenioso..